viernes, 4 de febrero de 2011

El andén

Sentada ahí, no mas sin hacer nada,
o simplemente pensando en hacer algo
sentada en el andén vacío,
donde no corría viento ni agua,
llovía, pero la lluvia también parecía huir de mi,
y al tiempo, eran mis ojos de donde brotaba,
formando un río en aquella calle...
Sin sombra, ni luz estaba simplemente sentada,
mientras lloraba,
después mis ojos desgastados lloraron sangre,
y yo me sentí inundada de calor,
mientras aquel rió se teñía oscuro....
Ahora veo mi cuerpo en un andén,
desangrado y sin vida,
de mi mano brota la última gota,
mientras aquella lluvia que en verdad caía...
esparce mi sangre por el anden de una ciudad vacía.