Cosas Importantes que los Dueños de
Perros no Deben Olvidar
No
te enojes cuando brinco de felicidad cuando entras por la puerta. Yo solo vivo por diez o quince años. Tú
eres lo único que hace que disfrute de ese tiempo y es difícil para mí cuando
te vas.
Dame tiempo de entender lo que quieres de mí. No siempre lo logro en el primer
intento, pero prometo que lo estoy intentando.
Dame
tu confianza. Así como yo confío en ti, tú debes de
confiar en mí.
Por
favor no te enojes conmigo por tanto tiempo. Y porfa no me encierres para
castigarme. Tú tienes a tus amigos y familia para
entretenerte. Yo solo te tengo a ti.
Méteme
cuando el clima esté feo. No
tengo que estar en el sillón, pero un pedacito de la cocina es mucho mejor que
afuera en el hielo.
Háblame.
Claro, no hablamos el mismo idioma, pero
el sonido de tu voz ilumina mi día entero.
Consuélame
cuando estoy asustado. Tú
sabes mucho más sobre sonidos fuertes, personas extrañas y lugares nuevos que
yo. Necesito saber que me vas a proteger. Siempre me voy a sentir más seguro
estando contigo.
Recuerda
que nunca voy a olvidar como me tratas. Enséñame que los humanos están hechos de amor y no de dolor.
Sal
conmigo. Las vistas, los ruidos y las esencias de
la naturaleza son de mis placeres más grandes de la vida. No me importa si no
jugamos. Vamos a caminar o sentarnos debajo de un árbol, juntos. Quiero que lo
experimentes conmigo.
No
me pegues. Tengo dientes que pueden deshacer
huesos, sin embargo, decido cubrirte en besos llenos de baba. Así como yo
decido no lastimarte, por favor no me lastimes.
Enséñame
cosas nuevas. Aprender trucos nuevos mantiene mi mente
activa pero más que nada es una manera de impresionarte. Me encanta lucirme en
frente de tus amigos y luego ver lo orgulloso que estas de mí.
Tócame.
Nada me hace sentir más amado que cuando
te tomas el tiempo de sobar mis orejas o cuando me rascas esa parte de mi
espalda que no alcanzo. No entiendo tus palabras, pero definitivamente entiendo
los sentimientos detrás de un abrazo.
Pon
atención si no parezco el mismo de siempre. Puede parecer que solo estoy siendo flojo o necio pero puede ser que no
me sienta bien. Yo no puedo pedir ayuda para mí y necesito que me cuides.
Ámame
tanto cuando estoy viejo como me amabas cuando era un cachorro. Puede que ya no sea el cachorrito tierno
que antes era pero te amo igual que como te amaba en ese entonces. Por favor
cuídame cuando mi cuerpo ya no responde como antes lo hacía.
Ven
conmigo en mi trayecto final. Sé que va a ser difícil pero te necesito a mi lado cuando llegue el
tiempo de dejar este mundo. Cada uno de mis últimos momentos es más fácil
contigo a mi lado.[1]
“La
gente nace para aprender cómo vivir una buena vida- como a amar a todos todo el
tiempo y ser buenos, ¿verdad? Bueno, los perros ya saben cómo hacer eso, por
eso no se tienen que quedar tanto tiempo.”